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El consumo de sustancias psicoactivas en las universidades colombianas, incluyendo la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), presenta un aumento notable y una diversificación preocupante. Aunque existen estudios que lo respaldan, la problemática es evidente para toda la comunidad universitaria. Este artículo reúne datos y resultados de proyectos realizados por el Observatorio de Drogas Regional (ODR), con énfasis en el cannabis, sin ignorar los efectos de otras sustancias, incluidas las drogas sintéticas y fenómenos emergentes. El cannabis genera un debate constante entre consumidores y no consumidores, una discusión que carece de consensos y en la que la administración universitaria, llamada a mediar y generar estrategias, ha estado significativamente ausente. Esto resalta la necesidad urgente de acciones más proactivas para abordar esta problemática.
La universidad pública en Colombia se ha transformado en un espacio de consumo masivo de sustancias psicoactivas (SPA), no solo para estudiantes, sino también para personas externas, incluidas aquellas de sectores aledaños y visitantes de otras regiones. Según Giraldo Herrera et al. (2022), esta situación se relaciona con la percepción de “libertad” o autonomía que caracteriza el entorno universitario, donde el desarrollo de pensamiento crítico e independencia puede entrar en conflicto con estructuras tradicionales.Sin embargo, la falta de políticas institucionales claras y efectivas contribuye a que los campus sean entornos propicios para la venta y el consumo de drogas. Este fenómeno también refleja un problema social más amplio, ya que Risaralda ocupa los primeros lugares en consumo de SPA a nivel nacional. La combinación de acceso libre a los campus y una población estudiantil vulnerable convierte a las universidades en espacios atractivos para los traficantes, intensificando la problemática. Esto subraya la necesidad urgente de implementar políticas preventivas y de control dentro de estas instituciones.
La relevancia de los datos
En Colombia se han realizado cuatro estudios sobre el consumo de drogas en la población universitaria desde 2009 hasta la fecha. Estos estudios han generado diversas reacciones; no obstante, desde el ODR se considera que una de las más relevantes ha sido el impulso para construir una política de drogas a nivel universitario. Gracias a su autonomía, cada institución de educación superior (IES) puede adaptar las herramientas necesarias a su contexto particular para abordar de manera específica las problemáticas relacionadas con el consumo, reconociendo que cada ciudad y universidad enfrenta realidades distintas que requieren enfoques diferenciados.
Los estudios realizados han sido, en primer lugar, el Estudio epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas Sintéticas en Población Universitaria de Colombia, 2009. El segundo fue el Estudio Epidemiológico Sobre Consumo de Drogas en la Población Universitaria de Colombia, 2012. Seguido por el III Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en la Población Universitaria de Colombia, 2016, y el más reciente fue el Estudio Nacional de consumo de sustancias psicoactivas en población universitaria que se hizo el año anterior 2023.
El estudio realizado en 2023 ofrece un análisis comparativo de los cuatro estudios previos, evidenciando una disminución en el consumo de algunas sustancias psicoactivas (SPA) y un aumento en el consumo de otras. A continuación, se exponen las estadísticas más relevantes sobre el consumo de cannabis en la población universitaria a nivel nacional, sustancia que, como se mencionó anteriormente, recibe un énfasis especial en este análisis.
Nota: Prevalencia de último año de uso de marihuana e Intervalos de Confianza de 95% (I de C) según sexo, estudios 2009, 2012, 2016 y 2023 (Observatorio de drogas de Colombia & Ministerio de justicia, 2023, p. 102)
El análisis de los datos sobre el consumo de marihuana en la población universitaria en Colombia muestra un incremento alarmante en los últimos 14 años. Según el Observatorio de Drogas de Colombia y el Ministerio de Justicia (2023), la prevalencia del uso de marihuana en el último año ha aumentado más de dos veces entre 2009 y 2023, pasando del 11,3% al 26,7%. Este aumento es especialmente significativo tanto en hombres como en mujeres. En 2009, aproximadamente 1 de cada 7 hombres universitarios había consumido marihuana en el último año, cifra que para 2023 aumentó a casi 1 de cada 3. En las mujeres, el cambio es aún más pronunciado: de 1 de cada 12 en 2009, pasó a 1 de cada 4 o 5 en 2023.
Este patrón refleja una tendencia preocupante que requiere atención urgente. La falta de políticas claras y de estrategias eficaces de prevención y tratamiento en las universidades agrava esta situación. En este sentido, es crucial desarrollar enfoques que no solo incluyan la educación sobre los riesgos del consumo de marihuana, sino que también promuevan un entorno universitario más saludable y consciente de los efectos de las sustancias psicoactivas. Las universidades deben tomar un papel más activo en la implementación de políticas preventivas, de apoyo y de reducción de riesgos para enfrentar esta creciente problemática.
La salud mental y el debate del uso de los espacios
Los datos recientes evidencian un panorama preocupante respecto al aumento del consumo de cannabis (cripa) entre estudiantes universitarios, lo que exige ampliar las estrategias de intervención. Aunque Bienestar Universitario ya brinda apoyo psicológico, es necesario complementar estas acciones con enfoques diferenciales y medidas basadas en evidencia para la prevención y mitigación del consumo de sustancias.
Un ejemplo destacado es el Proyecto 8220, liderado por la Facultad de Ciencias Ambientales en 2022, que promovió reflexiones y diálogos sobre el uso de drogas en la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP). Este proyecto reveló patrones significativos, como el mayor consumo en bloques específicos del campus (12, 13, 10,16,14, 8, 5,2, 17) y en eventos como el 4-20, donde el 80% de los participantes no eran de dicha facultad. Además, surgieron propuestas innovadoras, como la creación de espacios regulados para el consumo, que abren el debate sobre nuevas formas de abordar esta problemática. Fortalecer estas iniciativas y escuchar a toda la comunidad universitaria será clave para implementar soluciones más efectivas.
En los resultados presentados en la investigación: “Estudiantes y Sustancias Psicoactivas”, además del cannabis, se incluyen estadísticas sobre el consumo de otras drogas en la UTP. Este estudio, realizado en 2019, proporciona datos cruciales que permiten comprender mejor la realidad del consumo de sustancias dentro de la comunidad universitaria. A continuación, se presenta un dato general de los resultados obtenidos en dicha investigación:
Nota: Indicadores de marihuana según el sexo. (Giraldo Herrera et al., 2022, p.124)
Esta tabla muestra el porcentaje de estudiantes encuestados que han consumido marihuana en algún momento de su vida, así como aquellos que la han probado en el último año y mes. Un dato relevante es que el 6.47% de los estudiantes consumieron cannabis en el mes previo a la realización de la encuesta. Como señala Giraldo Herrera et al. (2022, p.108), “muchos estudiantes prueban por primera vez sustancias psicoactivas (lícitas o ilícitas) durante su época universitaria”. Ante esta realidad, es urgente que la administración universitaria asuma su responsabilidad en la implementación de estrategias de prevención, mitigación y reducción de daños relacionados con el consumo de drogas. Esto debe incluir un enfoque preventivo dirigido especialmente a los estudiantes menores de edad y a los primíparos, quienes pueden ser más vulnerables a estas prácticas.
El consumo de cannabis destaca por su aroma inconfundible, que genera reacciones diversas en la población universitaria, unas la aceptación, otras de rechazo, pero existen otras sustancias, como pastillas (pepas), 2CB, cocaína, medicamentos no prescritos y vapeadores, cuyo consumo pasa desapercibido, lo que dificulta una respuesta oportuna. Por otro lado, el alcohol, aunque legal, tiene una aceptación social más amplia, lo que facilita su acceso y consumo entre estudiantes.
Ante esta compleja realidad, se hace imprescindible una investigación rigurosa en colaboración con Bienestar Universitario y las facultades que permita reflexionar sobre las dinámicas internas, evaluar los esfuerzos realizados y diseñar nuevas estrategias de prevención y mitigación. El Observatorio de Drogas Regional puede ser un aliado clave para liderar este proceso, generando conocimiento que respalde decisiones y acciones más efectivas para enfrentar esta problemática en el campus.
Estrategia de reducción del riesgo en otras drogas
Además de abordar la problemática generada por el cannabis. Es necesario mostrar algunos resultados que entendemos problemáticos, con otras drogas. En el mes de noviembre del 2023 se llevó a cabo un testeo de drogas sintéticas totalmente anónimo y gratuito (el próximo 22 de noviembre de 2024, se realizará un nuevo testeo) en la media torta Víctor Jara, organizado por el ODR, que arrojó los siguientes resultados:
Se analizaron 18 muestras de drogas sintéticas provenientes de consumidores con un promedio de edad de 25,8 años, siendo el mayor de 38 y el menor de 20 años. Todos los participantes eran hombres, estudiantes universitarios o profesionales. Las sustancias testeadas incluyeron tusi criollo, cocaína, tussi, MDMA, papel LSD, pepas, nexus y éxtasis. Este análisis refuerza la importancia de implementar estrategias de reducción de riesgos, como los testeos en tiempo real, para educar sobre los componentes de estas sustancias y fomentar decisiones más seguras entre los usuarios.
Los análisis realizados evidenciaron que, salvo el éxtasis, las demás sustancias contenían adulterantes o componentes suplantadores, lo que subraya la necesidad de informar a los usuarios sobre la composición real de lo que consumen y los posibles efectos secundarios a mediano y largo plazo. En este contexto, los testeos en tiempo real se convierten en una herramienta crucial para la reducción de riesgos, ya que brindan información inmediata sobre las sustancias y sus consecuencias. Esta práctica no solo empodera a los consumidores con conocimiento, sino que también fomenta momentos de reflexión sobre sus hábitos, permitiéndoles tomar decisiones más informadas respecto a su consumo.
A modo de reflexión y algunas recomendaciones
Para abordar el consumo de drogas en el campus de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), es esencial contextualizar la problemática dentro de un marco temporal más amplio, que considere tanto factores históricos como internos y externos que han influido en la consolidación de estas prácticas a lo largo del tiempo. Aunque este análisis se centra en exponer y documentar el estado actual de la situación dentro del campus, es igualmente crucial promover una reflexión colectiva que permita abordar este desafío desde diversas perspectivas. El objetivo es que el tratamiento de este fenómeno no se limite a una simple encuesta de recopilación de datos, sino que se convierta en un proceso integral y multidisciplinario de intervención y prevención.
En este sentido, se hace indispensable la realización de estudios comparativos y cualitativos sobre las características y percepciones del consumo de drogas en la UTP, que permitan lograr una visión más precisa y actualizada de la realidad del consumo en el campus, su prevalencia, incidencia y percepción del riesgo. Al comparar los nuevos con los estudios previos, se dispondrá de la información necesaria para tomar decisiones informadas y desarrollar estrategias de prevención, intervención y apoyo más efectivas y adaptadas a las necesidades específicas de la comunidad universitaria.
Por último, uno de los factores más críticos que requiere atención es la oferta de drogas dentro del campus. Por ello, hacemos un llamado directo a la administración de la UTP para que asuma la responsabilidad de abordar este problema, el cual parece haberse salido de control desde hace varios años.
La venta de drogas a pequeña escala (narcomenudeo) ha dado lugar a nuevas dinámicas que deben ser estudiadas con urgencia
¿Desde qué valores se habla en la Universidad para prevenir o regular el consumo y la venta de drogas?
Conocer las sustancias y sus enfoques definitorios amplía la visión y deja de lado miradas que las reducen a un problema o las catalogan como un obstáculo. Son las dependencias, los usos y abusos los que generan el problema; más cuando la sociedad ha hecho de todo valor y objeto una mercancía. Giraldo Herrera et al. (2022, pag.39)
Referencias